CHISMES DE LOLI

Nota del editor: Loli habla de todos y de todo, pero no se lo sostiene a nadie.

 Muy contento esta don Laurencio Gamboa Coy con la reciente participación de su hija Karen Gamboa en las campeonatos infantiles de patinaje en Francia. Valió la pena el esfuerzo de don Lauro.

 Que estamos haciendo don Ricardo Granados: resulta que en la cumbre de gobernadores, Ricardo andaba por todas partes con una “dama” de falda morada: almorzaron juntos, tomaron tinto, estuvieron en el salón de exposiciones, yo desde lejos los contemplaba y me preguntaba: “¿quién es esa dama? Las ganas pudieron me acerqué más y resulta que la inseparable compañía del señor Granados era un indígena guambiano.

 Jorge Abel Flórez estuvo durante los primeros meses del año desgajando margaritas para tomar la decisión de quién sería su nuevo jefe político; a las 6:00 A.M. llegaba al parque García Rovira, se quedaba mirando al prócer, (la estatua) sacaba su margarita y empezaba: Hugo ó Bernabé, finalmente el corazón de Jorge Abel fue para Bernabé Celis dando así un cambio radical, después de ser un liberalazo como decía Ricardo Granados.

 Que falta de respeto que tuvo un amigo con Alfonso, El Pocho Daza; me lo encontré en la esquina de Barbarita y me contó que el Concejal Alfredo Ariza tenía a Pocho vendiendo pescado en una zorra. Pues me fui para la Plaza San Francisco, pregunte por él pero nadie me dio razón; busqué entre los zorreros pero tampoco lo encontré; hasta que un día me subí a la Secretaria de gobierno lo vi muy tieso y muy bajo con severa corbata como uno de los asesores para las plazas de mercado, como dice el profe Juan Manuel González: “No me diga eso”.

 Simpatiquísimo: sucedió en la inauguración del Teleférico, un reconocido periodista se abanicaba diciendo: “A mi me invito Álvaro, a la inauguración y estoy esperando que llegue para irme con él”. Otros periodistas se preguntaban entre sí: “ Y este quien se cree”; lo que no dijo el periodista fue cuál Álvaro lo invito, si Álvaro Fonseca Cornejo, Álvaro Aguas o a lo mejor Álvaro Alférez.

 Tamaño susto que se llevo Jaime el Pitirri Salazar en la EMAB: resulta que iban a cobrar unos pesitos, cual sería su sorpresa cuando frente a él se encuentra con una culebra coral; el pobre Pitirri cambiaba de colores, su piel se entiesaba, sus ojos desorbitados y apenas atinaba a balbucear: “una un... un... un... un culebrón; afortunadamente estaba Edguitar Villamizar quien con una flauta hizo de encantador. Volver a Inicio >